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La importancia de las figuras parentales en la crianza de los niños

Importancia del padre en la crianza
Verónica Gómez Torres

Creado por: Verónica Gómez Torres

Quienes se han dedicado a estudiar a fondo la familia afirman que tanto madre como padre son fundamentales para el desarrollo de un niño, tanto en términos de brindarle protección y garantizar su subsistencia, como en términos de formarlo como ser humano, lo cual implica establecer vínculos, compartir afecto y trazar límites.

La profesora y doctora en Psicología Jacqueline Garavito López es una de esas académicas interesadas en profundizar los vínculos que se trazan en el núcleo familiar. Ella es docente de la Maestría en Asesoría Familiar y coordinadora de la línea de investigación Familias, Crianzas y Contextos del Doctorado de Psicología de la Universidad Javeriana de Cali.

Con sus 20 años de experiencia en temas de familia, desde perspectivas de la psicología social y cultural, la profesora javeriana Jacqueline responde a interrogantes sobre la crianza de un niño en los cambios de estructura de las familias de hoy. 

 

¿Hay aspectos negativos en un niño que solo es criado por una figura femenina?

Lo “femenino” es una construcción social, así que los aspectos “negativos” no provienen de ser criado por una figura femenina, sino más bien de ser criado por una sola persona. La crianza es una tarea muy exigente, que requiere el compromiso de al menos dos figuras parentales, además de apoyo social e institucional.

Se requiere de varias figuras parentales para desempeñar las múltiples tareas que implica la crianza. Cada una de esas figuras encarna en mayor o menor grado lo que la cultura ha definido como femenino o masculino. 

En términos del vínculo, se requiere la presencia de un tercero en la relación para que encarne los límites en la relación entre la figura parental y su hijo, es decir, para ayudarle al hijo a comprender que la figura parental tiene una vida más allá del hijo, que la madre también comparte vínculos con otras personas como el padre. 

De manera que más importante que el género de la figura parental es la calidad del cuidado, la formación y el vínculo que se establezca.

 

¿Está bien que un abuelo o un tío ocupe el rol de padre en la crianza de un hijo?

Es importante considerar que la parentalidad se compone de tres aspectos: biológico, social y simbólico. En ese sentido, el abuelo o el tío no cumplen la función biológica, pero sí pueden cumplir la función social en cuanto protección, acompañamiento y formación del niño. También pueden cumplir hasta cierto punto la función simbólica, dado que pueden ser significados como padres para el niño. 

 

¿Hay estudios que afirmen que la falta de una figura paterna afecte más a las niñas o niños?

Requeriría una revisión minuciosa para responder qué han encontrado las investigaciones al respecto. Sin embargo, la afectación particular en niñas o niños depende de nuestra perspectiva en torno a los roles de género, de la expectativa del educador de formar niñas y niños con identidades fijas de género. Si la expectativa es criar niños “masculinos” y niñas “femeninas”, adquiere mayor relevancia disponer de una madre “femenina” y un padre “masculino” como modelos identitarios. Por el contrario, creo que la búsqueda de la educación actual está orientada a flexibilizar las identidades de género para procurar una sociedad más incluyente, lo cual necesariamente tiene impacto en lo que entendemos por figura paterna y figura materna.

¿Qué tan cierto es que los hijos que no tuvieron una figura paterna en su crianza les cuesta cumplir normas sociales?

La dificultad para cumplir las normas sociales podría ser por carecer de límites claros y amorosos durante su crianza, independiente del género de quien estableció tales límites. Afirmar que son socialmente más problemáticos quienes han carecido de una figura paterna, implicaría decir que son más problemáticos quienes han sido criados por parejas de mujeres. Sin embargo, las investigaciones desarrolladas con hijos de madres lesbianas, han encontrado que ellos se adaptan tan bien como los hijos de parejas heterosexuales y no evidencian más problemas psicológicos que el resto de la población (Bolaños, Colorado, Quintero y Mesa, 2019; Piedrahíta, 2015; Zapata, 2009).

 

¿Qué consejos le daría una familia donde hay un niño que no tenga cerca el rol de un padre?

Incorporar y valorar otras posibles figuras parentales dispuestas a establecer vínculos con el niño, sean o no la pareja de la madre. También cuidar el balance entre brindar afecto y establecer límites, independiente del género de quien asume estas funciones.

Es importante procurar acuerdos entre las figuras parentales en torno a la crianza del hijo: valores, normas y prácticas.

Finalmente, desencializar la noción de “madre” y “padre”, renunciar a identidades fijas de género como “mujer” y “hombre”, y tener apertura hacia la diversidad de identidades que ofrece el mundo contemporáneo. Este proceso permitirá entender que las figuras parentales cumplen funciones que no son “naturalmente” propias ni exclusivas de uno u otro género.

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