5 prácticas educativas que reducen la calidad del aprendizaje

En el proceso de enseñanza-aprendizaje interfieren varios factores, por eso determinar si una práctica educativa es buena o mala, según el profesor Alexander Tovar Aguirre, de la Maestría en Educación, no es lo más indicado, “porque eso denota una posición moral que informa poco sobre lo que resulta apropiado al proceso de enseñanza-aprendizaje, el cual debe entenderse como el conjunto de oportunidades para la apropiación de habilidades y saberes social y culturalmente relevantes”.

En ese sentido, lo que debe cuestionarse es qué tanto una práctica educativa favorece o no esas apropiaciones. De acuerdo con el profesor Tovar, existen múltiples decisiones metodológicas sobre la enseñanza que podrían reducir la eficiencia y la calidad del aprendizaje. Aquí están las 5 más relevantes:

1. Desconsiderar el rol activo que tienen los estudiantes.

“Es decir, los estudiantes tienen un conjunto de intereses y saberes sobre el mundo que, retomados en la práctica escolar, pueden ayudar a mejorar su compromiso en aula”, dice el profesor de la Maestría en Educación. Es por ello que cuando el estudiante no entiende la relación entre lo que aprende y sus intereses, su experiencia de aprendizaje es poco significativa.

2. Dar prioridad al trabajo individual.

El trabajo individual es importante, pero la historia de los seres humanos muestra que es el trabajo colectivo lo que permite el desarrollo en todas sus dimensiones. El trabajo colaborativo entre pares, ocupando diferentes roles, puede favorecer la emergencia o consolidación de habilidades sociales, cognitivas y afectivas importantes en el mundo actual.

3. Centrarse en la incorporación de información más que en las habilidades de pensamiento.

En otras palabras, la memoria no es el único proceso cognitivo que requiere un problema para ser solucionado. “De hecho, los problemas requieren estrategias de resolución que exigen pensar de forma compleja. Cuando no se estimula el desarrollo de estrategias de pensamiento, los estudiantes se verán limitados para interpretar el mundo, sus problemas y ofrecer soluciones”, explica el profesor de la Maestría en Educación.

4. No innovar la práctica educativa.

La innovación permite modificaciones a la interacción educativa que favorecen un mejor proceso de enseñanza o aprendizaje. Para esto, los profesores requieren de una continua reflexión y análisis crítico sobre cómo mejorar la práctica sin perder de vista los estudiantes, el dominio del conocimiento y su contexto institucional, social y cultural.

5. No compartir experiencias con otros docentes.

El trabajo colaborativo es parte esencial del enriquecimiento de la práctica docente. Las instituciones educativas que favorecen espacios de trabajo interdisciplinar y socialización de prácticas exitosas entre los docentes fortalecen no solo el sentido de comunidad, sino que ayudan al desarrollo de nuevas ideas para la innovación en las aulas de clases.

En la Maestría en Educación de la Javeriana Cali los docentes fortalecen su formación teórica y metodológica para analizar, diseñar, implementar y evaluar programas, proyectos y prácticas educativas significativas que contribuyen al mejoramiento de la calidad de la educación en Colombia. Para formar buenos estudiantes, hay que ser mejores docentes.