Mujeres Cultivando Horizontes: Herramientas para el Cuidado de la Vida Rural es uno de los resultados logrados en la Escuela de Formación y Fortalecimiento para la Autonomía Económica y el Ordenamiento Territorial de las Mujeres y Jóvenes Rurales, llevada a cabo en los municipios de Florida, Pradera y Tuluá (Valle del Cauca, Colombia) en el año 2021.
La caja cuenta con seis herramientas que contribuyen al fomento de la agroecología, la economía social y solidaria y el cuidado del medio ambiente, apuestas que hacen parte de las propuestas económicas, políticas, sociales y culturales de las mujeres campesinas, indígenas y afro para el ordenamiento de sus territorios y la garantía de su autonomía económica.
Herramienta 2:
Mapa de sueños. Agenda de las mujeres indígenas, afro y campesinas para la incidencia política.
Esta segunda herramienta se conecta con la primera y profundiza los contenidos referidos a las propuestas de las escuelantes para la incidencia política. A través de las cuatro dimensiones presentadas en la revista (Tierra y Territorio; Gobernanza Económica; Derechos Humanos; Participación Política y Comunitaria), se exponen los programas, proyectos, objetivos y acciones que las mujeres construyeron, afinaron y priorizaron a lo largo del proceso de formación. Adicionalmente, cada acción se relaciona con los apartados correspondientes de los actuales Planes de Desarrollo Municipal de Florida, Pradera y Tuluá, el actual Plan de Desarrollo Departamental del Valle del Cauca, las políticas municipales y departamental dirigidas a las mujeres y/o la implementación del enfoque de género, así como con los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
La construcción de esta caja de herramientas se logra gracias al tejido y trabajo colaborativo de múltiples manos y corazones.
Las intervenciones, reflexiones y ejercicios de Fotovoz de cada una de las escuelantes son el contenido principal, junto con los aportes hechos por los y las expertas comunitarias (en Florida: Maria del Carmen López, Cecilia Jara Barbosa, Viviana Alejandra Castaño Jara, Luz Dari Trochez Arias, Isidro Mendoza Perdomo y Victor Ramón Baca Insuasti. En Pradera: Rosmira Chaguendo Otero, Diana Patricia Uribe Chaguendo, José Herney Chaguendo Solarte, Jose Alexander Lozada Ruiz, Oscar Uribe Patiño y José Robinson Uribe Chagüendo. En Tuluá: Maria Esneda Álvarez Agudelo, Esther del Carmen Galeano Ramos, Luz Belly Villada Valdes, José Joaquín Rosero Briñas e Iván de Jesus Giraldo) y los y la experta profesional (Fredy Napoleón Páez Castro, Manuel Felipe Ochoa Rodríguez y Sonia Carolina Torres Quijano). Así mismo, los conocimientos compartidos por el Comité de Mujeres de la ACIT, la Cooperativa Confiar, la Instancia Especial de Mujeres para el Enfoque de Género en la Paz y el equipo de Rimisp Colombia.
Este proyecto estuvo a cargo de la investigadora María Catalina Gómez de la Línea de Sistemas Económicos, interculturalidad, Derechos Humanos y Sostenibilidad . La coordinación de contenidos y diseños de la caja estuvo a cargo de Paola Jurado Bolaños, las ilustraciones de Juanita Gómez y Valentina de los Ríos, el diseño y la diagramación de Juanita Gómez, Juan David Botero, Kevin Nieto y Valentina de los Ríos. Los ejercicios de Fotovoz estuvieron a cargo de Leonardo Acevedo, con las ilustraciones de Valentina de los Ríos y el diseño de piezas de Juan Polo. Adicionalmente, estuvo el trabajo del equipo administrativo del IEI, que garantiza el funcionamiento de cada tarea y producto (Martha Anchico, Andrea Rosado, Luis Rojas y Miguel Palacios). Finalmente, el equipo de trabajo constituido entre el IEI y Astracava que lideró todo el proceso de formación: Yuli Cristina Rengifo Ijaji en Florida, Diana Patricia Uribe Chagüendo en Pradera y Sandra Milena Sánchez Hurtado en Tuluá, cada una enlaces territoriales de las subdirectivas correspondientes. Y, desde el IEI, Gabriela Valencia Fernández como asistente de investigación, Mónica Julieth López Caicedo quien hizo su pasantía en el IEI, Carolina Moreno Londoño como monitora estudiantil.
Esta escuela, que fue certificada como Diplomado, también se logró gracias al apoyo financiero y técnico de la Cooperativa Confiar, mediante el Premio Jorge Bernal, ganado en segundo puesto en su octava versión. Así como por apoyo del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural Rimisp y el programa Territorios en Diálogo.