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“El Covid-19 nos enseñó que tenemos que pensar diferente”: doctor Eduardo Dueñas Manosalva

“El Covid-19 nos enseñó que tenemos que pensar diferente”: doctor Eduardo Dueñas Manosalva
Karen Daniela Ferrín

Creado por: Lola Ferrin

En los últimos años el doctor Eduardo Dueñas Monosalva ha tenido como pilar fundamental la gestión del riesgo en salud desde la visión del prestador y del asegurador. En sus roles de directivo, gerente y académico ha investigado los diferentes modelos a nivel mundial, incluyendo el marco colombiano, lo que le ha permitido garantizar el acceso a los servicios de salud y dar respuesta a las necesidades de la población.

En la Javeriana Cali se desempeña como docente en la Maestría de Gerencia en Organizaciones de Salud donde dicta la asignatura Gestión del aseguramiento y modelos de atención, módulo que él mismo califica como una simbiosis que les permite a los estudiantes ver la integralidad, ayudar y aportar valor al sistema de salud colombiano.

Este experto explica que el aseguramiento es la globalidad, mientras que la gestión del riesgo es algo que cada uno de los agentes del sistema realiza, teniendo como objetivo común mantener a la población saludable; es decir, prevenir la aparición de enfermedades o mitigarlas.

En ese sentido, aclara el doctor Dueñas, gestionar el riesgo de salud es identificar las necesidades que tiene la población. En tanto, el aseguramiento enmarca unos procesos de planeación de gestión de la oferta y la demanda bajo la caracterización y el modelo en cuestión.

Cabe anotar que, en el marco colombiano, son las Entidades Prestadoras de Salud las encargadas de caracterizar el riesgo individual del paciente, garantizarles el acceso a los servicios y dar respuesta a sus necesidades. Sin embargo, se trata de un trabajo colaborativo entre todas las entidades que hacen parte del sistema, desde el Ministerio, las entidades territoriales y las EPS.

En entrevista, el doctor Dueñas habló sobre cómo le fue al sistema de salud de nuestro país con la pandemia del Covid-19, la evolución de la gestión del riesgo en Colombia, los aspectos más importantes que debe tener en cuenta el personal de la salud y rol de los futuros magísteres en Gerencias de Organizaciones de Salud.

¿Cómo le ha ido a Colombia en cuanto a gestión del riesgo durante la pandemia del Covid-19?

Creo que lo que sí nos ha enseñado el Covid-19 es que tenemos que pensar diferente. El Covid llegó a decirnos que nuestros modelos cuadriculados deben cambiar. Nos enseñó que tenemos que ser más efectivos en el control de la enfermedad, en el seguimiento de los pacientes y cómo los abordamos. Nos hemos enfocado mucho en el virus, pero no hemos sido tan oportunos en el control y manejo de enfermedades crónicas, de las enfermedades agudas, y posiblemente cuando todo esto pase vamos a encontrar una población mucho más enferma. Por eso la pandemia nos enseñó que tenemos que abordar desde el territorio a los individuos,  que tenemos que identificar su entorno familiar porque eso fue lo que más nos costó al inicio. El Covid también hizo visibles muchas oportunidades de mejora que tenía el sistema. Colombia tenía una infraestructura en cuidados intensivos muy pequeña que en este último año y medio hemos ampliado.

No hemos entendido realmente la esencia de una teleconsulta, porque hay patologías que no se pueden atender a través de este método. Si tú tienes un soplo en el corazón, necesito escuchar tu corazón.

¿Cuáles son los retos y las grandes oportunidades de la gestión del riesgo en Colombia en el contexto actual?

Se han venido presentando retos en el sistema desde el punto de vista del asegurador, y uno de ellos es que los modelos deben ser flexibles, abordar algunos temas desde el punto de vista del ámbito de la salud, desde el punto de vista de gestionar el riesgo; además, tenemos un reto grandísimo en salud mental, en modelos de contratación diferentes que sean un gana-gana para el prestador, para el asegurador y para el usuario. Se deben desarrollar estrategias de seguimiento mucho más efectivas. También está el tema de la eficiencia de los flujos de los recursos y auditorías; garantizar la continuidad de los tratamientos porque así garantizo que mejore la morbilidad, la mortalidad, la severidad, la letalidad y la percepción del usuario.

Usted habló de las aseguradoras, ¿qué hay de las prestadoras?

Está el componente de salud pública: la bioseguridad. Ahí tiene un reto el Ministerio, las entidades de Gobierno y cada uno de nosotros; no estábamos preparados para una pandemia, pero en la norma se hablaba siempre de un riesgo catastrófico y concentración de cambios epidemiológicos, pero nunca se hizo una provisión de recursos, nunca se hicieron estrategias que hubieran servido como plan de choque de emergencia. Sin embargo, esto no solo concierne a la salud, pues el reto lo tiene el sistema como tal, porque a veces los resultados en salud no dependen solo del sector. Hablamos de agua potable, luz, educación, seguridad alimentaria, empleabilidad, etc. Este año y medio se han perdido empleos, hay gente que ha llegado a la pobreza, gente que ha visto afectada su seguridad alimentaria. ¿Cómo conllevará esto al sistema de salud? Más pacientes con problemas de salud mental, pacientes con patologías nutricionales, no solamente a nivel infantil, en todas las edades avanzadas. Por tanto, nos vamos a enfrentar posiblemente a una carga de la enfermedad mucho más alta y tendremos un mayor consumo de servicios que al final eso se va a ver reflejado en los recursos, y los recursos son finitos.

Los magísteres en Gerencia de Organizaciones de Salud están llamados a entender los retos, las dinámicas y el entorno de los pacientes para diseñar mejores medidas que den respuesta a las distintas necesidades de la población.

¿Cómo ha evolucionado la gestión del riesgo en Colombia en los últimos 20 años?

Creo que Colombia ha tenido resultados positivos. Empezamos a fortalecer la gestión del riesgo desde el 2002 y a atender unos lineamientos técnicos del Ministerio de Salud; reforzamos las actividades de prevención de los riesgos universales, y desde la normatividad y los recursos, atendimos todo el ámbito de salud pública y colectiva donde era muy importante la intersectorialidad. Paralelamente, surgió un trabajo de mejoramiento continuo de los sistemas de información desde el Instituto Nacional de Salud y el Ministerio, lo que le ha permitido al país tener una Big Data importante para la toma de decisiones.

¿Qué cambios surgieron con el actual Plan Decenal de Salud Pública?

Tuvimos un trabajo más intenso, lineal y técnico para la gestión del riesgo con el plan decenal que está a punto de terminar; de hecho, estamos formulando uno nuevo. Creo que hemos avanzado mucho en temas de mortalidad infantil, en mortalidad de gestantes, diabetes e hipertensión. Con esto cambiamos positivamente los indicadores y los desenlaces en salud. También logramos la universalidad del aseguramiento, el flujo de recursos, y los planes de salud del régimen subsidiado y contributivo cada vez están más unificados.

¿Qué se debería reforzar ahora en el nuevo Plan Decenal?

Falta trabajar más colaborativamente y poder llegar a una identificación del riesgo basándonos en distintas fuentes de información para tomar medidas más efectivas. Por otro lado, es necesario trabajar en la transparencia del flujo de los recursos. Creo enormemente en el sistema de salud colombiano, es muy parternalista, muy generoso, por eso creo que nos falta trabajar un poco en la responsabilidad que tenemos los profesionales de salud frente a la pertinencia y la racionalidad técnica, y como ciudadanos nos falta atender el autocuidado y los hábitos de vida saludable.

¿Qué opina de los modelos de aseguramiento que actualmente tiene el país?

Son muy estructurados metodológicamente, pero su implementación no es efectiva en algunos territorios; es decir, puede ser que funcione para Cali, Palmira, Pereira o Bogotá, pero para Buenaventura, Vichada o Putumayo es imposible. Nos falta que los modelos de aseguramiento sean flexibles y dinámicos en la oferta de servicio de salud de los territorios, y fortalecer las competencias del personal en salud. 

Como docente de la Maestría en Gerencia de Organizaciones de Salud, ¿cuál es su apuesta para lograr transformar dichos modelos?

Mi objetivo y mi reto es que los estudiantes y que todos pensemos diferente desde el rigor metodológico y académico, que pensemos modelos diferentes que permitan dar respuesta a las necesidades de las personas en sus ciudades, porque no se trata de traer a a los pacientes a Bogotá, Cali o a Medellín, sino buscar la manera de darles respuesta desde su territorio. Por eso tenemos que pensar cómo dar soluciones innovadoras, y cómo abordar las oportunidades de mejora que tienen los sistemas de aseguramiento y los modelos de salud.

Debemos afianzar los modelos de aseguramiento a nivel del territorio, fortalecer la atención primaria de salud y lograr ese mach entre el prestador primario y complementario.

¿Cuáles son los aspectos más importantes que debe tener en cuenta un gestor del riesgo?

Desde el aseguramiento existen cuatro líneas estratégicas a tener en cuenta. La primera, resultados en salud donde el objetivo es que los indicadores mejoren. La segunda, la sostenibilidad y siniestralidad, es decir, tengo que diseñar estrategias técnicas, administrativas, de contratación y financieras para que el recurso que me ingresa por afiliados me alcance para dar respuesta a las necesidades. La tercera es la generación de valor y experiencia al usuario, que este tenga una percepción positiva frente a la seguridad. La cuarta línea, revisar cómo con las IPS genero y desarrollo las competencias de los profesionales de salud con educación continua para obtener mejores resultados.

¿De qué depende que la gestión del riesgo en salud sea una tarea que se ejecuta con calidad?

Conocer bien la población, caracterizarla, aumentar nuestra fuente de información y entender al individuo como un todo, entender que tiene un contexto que puede afectar su calidad de vida. Cuando hablo de identificar el entorno me refiero tanto en el ámbito comunitario, el laboral, educativo y familiar. Por otro lado, es importante identificar el riesgo individual de los pacientes mediante sistemas de información para clasificarlo y estratificarlo. Es decir, si los dos somos diabéticos, pero posiblemente tú eres un diabético de alto riesgo y yo de bajo riesgo, esto significa que tenemos unas necesidades diferentes y se requiere de actividades de intervención distintas desde la seguridad del prestador para obtener el control de la enfermedad.

Otro tema importante que tenemos que garantizar en la gestión del riesgo son los modelos de salud, modelos de gerenciamiento de la enfermedad. Si es por estudio de caso, si es por costos y o por gerenciamiento de la enfermedad; qué modelo de salud vamos a brindarle a ese grupo poblacional y a ese individuo que ya fue estratificado; cómo lo vamos a implementar, cómo lo vamos a contratar y cómo vamos a evitar que la enfermedad progrese.

Por otro lado, es necesario revisar cómo esos modelos integran el desarrollo de competencias y habilidades en el talento humano bajo estrategias de educación continua, y cómo mejoramos sus condiciones laborales.

Otro reto es el mercadeo social, la efectividad de la comunicación a nivel de salud para procurar, desde lo tecnológico, el cambio que nos permitirá mejorar la accesibilidad, pero que también brindará más oportunidades en la prevención en riesgos en salud

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